Santo Domingo. La innovación de regadío es de alta prioridad para la gestión que encabeza el presidente Luis Abinader, por eso gestiona a través de Tecnificación Nacional de Riego (TNR), la primera estrategia transversal para unificar las iniciativas de las distintas entidades del sector hacia la masificación del riego tecnificado a nivel predial.
Así lo afirmó el titular de TNR, Claudio Caamaño Vélez, al detallar los esfuerzos que realiza la institución para superar los retos que históricamente han trabado el uso del riego presurizado, a pesar de ser un mecanismo rentable que eficientiza el costo, aumenta la productividad y dignifica el trabajo agrícola.
Durante una entrevista en “El Gobierno de la Tarde”, de la Z 101, Caamaño Vélez recordó que apenas el 10 % de los terrenos cultivados actualmente cuenta con riego tecnificado y que el 90 % restante utiliza todavía métodos tradicionales. Además de que solo se siembran cinco millones de los 12 con vocación productiva que tiene el país.
Precisó que esto se debe en parte a que en la República Dominicana no existía una entidad especializada en el tema como Tecnificación Nacional de Riego, que acompañara con asesoría técnica, capacitación y apoyo financiero a los productores.
“Una de las partes más importantes de las estructuras que estamos creando es el apoyo económico, porque el costo de inversión inicial del sistema constituye, junto a la barrera cultural, uno de los mayores desafíos de la tecnificación de riego”, manifestó.
En ese sentido, aseguró que mediante un esquema de bonificación, los pequeños productores recibirán un financiamiento no reembolsable que puede ser de hasta el 80 % del costo total del sistema de riego, mientras que los medianos y los grandes serán beneficiados con 60 % y 70 %, respectivamente.
Para el director de TNR, el objetivo de la estrategia nacional que se desarrollará en el marco de los 30 años no es meramente el ahorro del agua, sino cambiar la vida y la realidad de la gente que vive en las zonas rurales; hacer que la agricultura sea un modelo de producción rentable y atractivo, en especial para el segmento más joven de la población que no visualiza en el campo, una oportunidad para emprender y desarrollarse.
Agregó que la tecnificación impacta también en la nacionalización de la mano de obra agrícola, haciéndola más especializada y, por tanto, mejor remunerada.