El director ejecutivo de la Tecnificación Nacional de Riego (TNR), Claudio Caamaño Vélez, garantizó la correcta fiscalización y la seguridad jurídica del esquema de bonificación no reembolsable a productores agrícolas, a través del cual la institución financiará con un tope de hasta el 80 por ciento la instalación de sistemas de irrigación predial.
Caamaño Vélez explicó que los productores beneficiados asumirán un compromiso legal de mantener en funcionamiento el proyecto por un periodo de 10 años, con la condición de que, de no hacerlo, los convierte entonces en deudores de la entidad con sus bienes muebles e inmuebles, presentes y futuros.
Durante una entrevista en el programa “Arquitectura Radial”, que conducen Gleinier Morel y Luis Tavera, el director de TNR precisó que esa deuda será prorrateada y se indexará con la escala de inflación del Banco Central.
“Antes de entregar la bonificación, el productor firma un contrato con la institución y cuando se termina de ejecutar el proyecto, con la recepción técnica del mismo, es cuando entonces el certificado se convierte en un cheque pagable. Hay todo un proceso de fiscalización, supervisión y auditoría final de esa obra”, precisó.
Caamaño Vélez agregó que, tras el referido proceso y para que el bono sea transferido a un cheque, el productor deberá suscribir un pagaré notarial en adición al contrato inicial.
Destacó que el equipo jurídico de la entidad diseñó un esquema lo suficientemente robusto para proteger la política pública de tecnificación y evitar que se “coja de relajo” un mecanismo que beneficiará a cientos de miles de personas. La bonificación se ejecutará a través del Fondo de Fomento a la Tecnificación del Sistema Nacional de Riego (Fotesir), que contempla financiamiento de un 80 % para pequeños productores, 70 % en el caso de medianos y 60 % a los grandes.